Pasaje de la Hª: Tutankamón 1342 a.C
Noviembre de 1922 un arqueólogo aficionado británico llamado Howard Carter hace un descubrimiento asombroso en el valle de los Reyes la convulsión estaba próxima, el británico en compañía de sus ayudantes entran en una tumba inviolada. Hasta ese momento se ignoraba la existencia de un faraón perteneciente a la decimoctava dinastía que murió muy joven, con tan sólo 19 años, pero que la suerte, el destino quiso que perdurase hasta ser localizado en esos albores del siglo XX.
Howard Carter y la Momia
Howard Carter comprobó casi de inmediato que se encontraba ante la tumba intacta de Tutankamón, el proclamado hijo del sol regresaba de ese modo a la actualidad, de manera fulgurante su tumba no se había tocado, había permanecido libre de expolios o saqueos, y gracias a ello más de 500 objetos se mostraban ante el mundo, de entre ellos la majestuosa máscara funeraria, vasijas con cerveza, vino, pan y toda suerte de utensilios que servirían al faraón para su viaje, para su tránsito hacia el más allá.
En lo que pocos repararon en ese crucial momento para la historia egipcia, fue en que en un lugar de la sala, en un lugar del sepulcro se almacenaban decenas de bastones, bastones simples, bastones que servían de apoyo para quien los llevarse y en ese momento no se pensó que el faraón hubiese podido precisar de semejantes accesorios, los bastones cobrarían actualidad decenios más tarde.
De lo que sí se empezó a hablar casi al instante fue de la leyenda, la leyenda negra, la maldición de la momia, a la que no pocos sucumbieron después del sido abierta la tumba de Tutankamón. El primero que lo hizo fue el mecenas de aquella expedición arqueológica, un excéntrico aristócrata británico llamado Lord Carnavon, quien fallecería al poco víctima de la neumonía, pero no fue el único que murió tras ser descubierto, redescubierto para la historia Tutankamón otros 20 seres humanos le siguieron en esa fatal historia, 21 para unos, 30 para otros, lo cierto es que la maldición de Tutankamón aún perdura en nuestros días, pues sabido es que tras el hallazgo en ese año de 1922, Egipto quedó cautivo por un desgobierno y todos dijeron que la culpa la tenía Tutankamón.
Cámara Funeraria de Tutankamón
Howard Carter fallecería sexagenario, dicen que también víctima de la maldición aunque debemos decir que la muerte de Howard Carter fue absolutamente natural, sea como fuere, hongos, maldiciones y descalabros propiciaron que la tumba de Tutankamón y los tesoros que contenía fuesen lo más codiciado en aquel tiempo y desde luego se dio un impulso definitivo al amor que muchos miles de seres humanos, millones de seres humanos sienten por la peripecia del Antiguo Egipto
Pero, ¿cómo falleció Tutankamón?, fue otro de los misterios, alentado sobre todo desde que se hicieron unas radiografías en 1968 en las que se veía, se percibía o se intuía una fractura en su cráneo justo por debajo de una de sus orejas. Esto contribuyó a abonar más la leyenda, porque de inmediato se comentó que sin duda una el joven faraón de apenas 19 años había sucumbido víctima de la tradición, víctima de la conjura, de un asesinato, de un magnicidio, por supuesto los egiptólogos de inmediato también buscaron posibles culpables, sospechosos de ahí surgieron dos nombres, el sumo sacerdote Ay que ocupara el sitio, el trono de Tutankamón poniendo fin de ese modo a la decimoctava dinastía, y Horemheb el gran Mariscal, el gran general de los ejércitos egipcios éste sería el que inauguró la decimonovena dinastía ambos personajes estaban muy relacionados con la supuesta muerte de Tutankamón al decir de algunos expertos.
Sepamos un poco más acerca de la vida de Tutankamón, de la exigua de la efímera vida de Tutankamón, nos encontramos en el siglo XIV a. C. a mediados de dicha centuria Amenofis IV proclama el culto único al dios Aton, al dios solar, al emanador de toda vida para Egipto el Egipto de las dos tierras, el Egipto bañado por el legendario río Nilo
Amenofis IV cambia su nombre por el de Akenatón y el culto se entrega a Aton, en medio del entusiasmo de unos y de la cólera de los más, pues pensaban que esa medida excéntrica del faraón lo único que desataría era la guerra, la cólera, la extinción de Egipto, pero el flamante Akenatón quiso dar rienda suelta a su devoción y en consecuencia alzó una ciudad en medio del desierto, en medio de la nada, llamada Tell el-Amarna, Tell el-Amarna era preciosa una ciudad bellísima, una ciudad hecha con prisas eso sí, por eso se desestimó el empleo de materiales más sólidos y se utilizó en consecuencia el ladrillo, en todo caso una ciudad digna de un faraón, digna de un único Dios Aton, y en Tell el-Amarna Akenatón pasó sus días más felices, los mejores de su vida en compañía de su madre y sobre todo de su esposa la privilegiada de Nefertiti con la que tuvo seis hijas, seis, muy buena prole pero fallaba algo y es que no llegaba el varón, no llegaba el heredero para Akenatón, un muchacho que debía llegar sea como fuere, y se buscó, la verdad es que se buscaron candidatas porque se entendió que Nefertiti tan sólo servía para traer féminas al mundo.
Reconstruccion del Faraon Niño
Según cuenta la leyenda fue la propia Nefertiti quien escogió entre sus esclavas a una con acreditada fertilidad su nombre era Kiya, era una mujer muy agraciada, y desde luego figuraba entre las favoritas del harén real, en consecuencia Kiya se transformó en la segunda esposa de Akenatón y con ella engendró a su heredero, según se sabe Kiya falleció en el parto, ignoramos el motivo si fueron las necesidades, la precariedad del momento o más bien la conjura la acción decidida de Nefertiti la cual no quería enemigas en su derredor, no quería a nadie que la molestase que la importunase y en consecuencia mandó, ordenó la ejecución de Kiya una vez dio a luz a Tutankatón, ese fue el nombre original, el nombre primigenio del faraón, era la plenitud para el culto a Aton por fin había llegado el ansiado varón el heredero de Akenatón era del año de 1342 a. C.
Existen muchas fechas sobre el nacimiento, el presunto nacimiento de Tutankatón, el futuro Tutankamón pero la más fiable parece que fue la de 1342 a. C. Se supone que Tutankamón nació en Tell el-Amarna, pero también debemos fijar Tebas, actual Luxor como la ciudad en la que vino al mundo, en la que vio la luz del mundo es llamado a ser faraón niño, por tanto bien Tell el-Amarna, bien Tebas, el caso es que hacia 1342 a. C. Tutankamón surgió para la historia. Fue el único heredero varón de Akenatón y apenas tuvo infancia este niño, pues cuando sólo contaba nueve años de edad, su padre, su progenitor falleció.
También las circunstancias de este óbito regio se nos antojan difíciles, ¿murió de causas naturales? o ¿murió envenenado?, (una práctica muy habitual en aquel momento, y en todos los tiempos claro) , poco sabemos sobre el último momento en la vida en la tierra de Akenatón, pero lo que sí sabemos es que su hijo tuvo que asumir el trono de las dos tierras, el trono del Nilo, con tan sólo nueve años de edad. Como es obvio el joven, jovencísimo faraón fue asesorado de inmediato por el sumo sacerdote Ay y por Horemheb el gran general de los ejércitos egipcios y decimos que fue asesorado por qué un niño apenas puede tomar decisiones y una de las que tomó fue la de cambiar, tornar el culto a Atón por el del antiguo Dios Amón, en consecuencia ¨Tutankatón pasó a ser Tutankamón.
Con 10 años por delante para gobernar Egipto, un decenio en el que recibió constante tutela de sus mentores, de sus asesores aquellos que pretendían volver a Egipto a la situación anterior, a la que ellos entendían como normalidad, se buscó una esposa idónea para Tutankamón y se encontró precisamente en la prole de sus hermanastras, las que habían nacido del vientre de Nefertiti, una de ellas, pequeñísima, jovencísima, tenía tan sólo cinco años de edad, se llamaba Ankesenamon, y este fue el matrimonio, Tutankamón por un lado con nueve años y Ankesenamon por otro con tan sólo cinco, pero así eran las cosas en el Antiguo Egipto.
Plano de Tell el-Amarna
Tell el-Amarna fue un sueño, la capitalidad la perdió en beneficio de Tebas y allí se instaló la corte, allí vivió sus años, los años de vida que le quedaban Tutankamón, en compañía de su jovencísima mujer, su jovencísima esposa con la que le como puede suponer no engendró, no tuvo descendencia. Transcurrieron los años hasta la fatídica fecha para él, de 1323 a. C. en dicho año Tutankamón falleció de forma sorpresiva, de forma inesperada, tanto, que su tumba, su monumento funerario no estaba acabado e incluso las piezas, los objetos que acompañaron en su viaje hacia el mundo sobrenatural, tuvieron que ser cogidos de otros ajuares, esa cosa inconclusa nos habla de la premura con que tuvo que hacerse el sepulcro, el acomodo final, un buen lecho final a Tutankamón.
Todo fue inesperado, pero ¿qué paso?, ¿Que ocurrió realmente?, ¿de qué murió Tutankamón? como antes hemos dicho el hallazgo de su tumba inviolada en 1922 comenzó a reportar algunas pruebas, el propio Howard Carter manipulo de forma negligente el sepulcro, la momia de Tutankamón fue extraída del sarcófago por Howard Carter supongo que nervioso y emocionado por lo que había conseguido y esto al parecer maltrato la momia. En 1968 se realizó una radiografía a la momia de Tutankamón y en ella se descubrió que debajo de su oreja izquierda lo que bien pudiera ser una fractura y una esquirla de cráneo en el interior de la cabeza, por supuesto muchos pensaron en el magnicidio, que Tutankamón había sido asesinado y los egiptólogos trazaron una hipótesis de conjura donde surgieron los nombres de Ay el sumo sacerdote y Horemheb el general de los ejércitos egipcios, estos tramaron la urdimbre de la sedición y decidieron acabar con su vida.
Había sospechas, por lo visto, de que Tutankamón tenía intención de volver al culto de su padre, al culto de Atón y decidieron acabar con él, según esta hipótesis todo aconteció tras una jornada de caza, el faraón era muy aficionado a cazar animales salvajes y tenía por costumbre regresar en su carro de guerra, en su carro de caza, haciendo competiciones con los que le acompañaban en cada jornada, uno de ellos era Ay, en ese año de 1323 a. C.,Ay tenía 60 años de edad hay también algunas noticias, algunos rumores sobre quién era Ay, algunos afirman que era el padre de la mismísima Nefertiti y de ahí que fuese proclamado faraón tras la muerte de Tutankamón por eso se convierte en el sospechoso principal y más sabiendo que era un reaccionario, que era un conservador, que pretendía dejar las cosas como estaban y no volver al culto de Atón, con Amón se estaba también muy bien, muy a gustito y por eso Ay es el primero en la lista, pero Horemheb seguramente era su aliado los dos conspiraron y en esa jornada de caza Ay propuso Tutankamón realizar una carrera hasta Palacio con los carros, Tutankamón aceptó gustoso, ambos emprendieron la carrera el trasiego con sus carros de caza y en eso que surgió otro carro, un tercer carro, cuyos hombres, los que portaban, los que dirigían ese carro, sacaron, extrajeron del carcaj una lanza y la incrustaron en las ruedas del carro real y éste volcó ocasionando heridas estrepitosas en el pecho a Tutankamón, dicen que le aplasto el pecho pero que seguía vivo, quedó vivo, estaba malherido pero vivo, cuentan que Ay bajó de su carro y de un golpe certero acabó con la vida de Tutankamón, es el famoso golpe en la cabeza del que tanto se habla, por tanto Ay sería el asesino, el asesino potencial de Tutankamón en alianza con Horemheb, de ese modo falleció.
Es la hipótesis del magnicidio de Tutankamón cuando este tenía 19 años de edad, es lo que se vertió desde la famosa radiografía de 1968 y aún más cuando en 1997 se unieron dos expertos para estudiar el caso Tutankamón, uno de ellos era un eminente neurorradiólogo británico llamado Ian Isherwood, otro un investigador de Scotland Yard llamado Graham Melvin, semejantes personalidades dos consumados especialistas en la investigación médica y criminal unieron esfuerzos para publicar en ese año de 1997 un informe exhaustivo en el que se abonaban la sospecha y se confirmaba la duda sobre el asesinato, el presunto asesinato de Tutankamón, los mencionados Horemheb y Ay eran los culpables sin duda alguna y habían acabado con la vida de Tutankamón y esa fue la historia más creída en la que todos los egiptólogos coincidían o casi todos, algunos se mostraban reacios y siguieron, prosiguieron las investigaciones.
Mientras tanto miles, miles de aficionados, miles de turistas seguían visitando a la momia de Tutankamón en el museo de El Cairo, aquellos objetos funerarios, rituales seguían provocando ensoñaciones, la gente quería a Tutankamón era el gran icono, uno de los grandes iconos del Antiguo Egipto.
Lo que nos cuenta la historia es que Ay sucedió a Tutankamón y que se casó con Ankesenamon la mujer de Tutankamón quien por entonces contaba apenas con 15 años de edad, pero claro si tenemos por veraz la hipótesis que nos habla de Ay como padre de Nefertiti estaríamos hablando de Ay casándose con su propia nieta. Ay tenía 60 años Ankesenamon tenía 15, pero bueno era también una costumbre una práctica habitual en Egipto y tampoco nos debe extrañar mucho que un abuelo se casase con su nieta por necesidades del momento.
Con Ay (que murió sin descendencia) se pone fin a la decimoctava dinastía, Ay fue sucedido por
Horemheb el otro sospechoso es que inaugura la decimonovena dinastía, la situación ya cambiaria ya no se volvería a pensar jamás en Aton, Amón sería desde entonces el dios principal del panteón egipcio, la calma volvería y Tutankamón se convertiría en un pésimo recuerdo tras su ovito en Menfis, la ciudad magnífica de Menfis.
Volviendo a la actualidad, tras ese estudio de 1997, poco se hizo hasta el 5 enero 2005, hasta hace bien poquito, en esa fecha se reunieron 12 expertos, nueve egipcios consumados especialistas en la historia de su país grandes conocedores de los misterios de la decimoctava dinastía, otros dos italianos y un último suizo, estos 12 consumados especialistas utilizaron técnicas depuradas de escáner digital y con semejante artilugio y tras haber conseguido permiso para analizar la momia se pusieron manos a la obra y sometieron al cadáver de Tutankamón a un escrupuloso y minucioso estudio, a una investigación que fue palmo a palmo milímetro a milímetro escrutando todas las hendiduras todos los vendajes todo lo que quedaba de Tutankamón y en efecto constataron que había una fractura en la base del cráneo del faraón niño y también vieron esa famosa esquirla de la que tanto se hablaba pero el escáner determinó que esa supuesta herida más bien podría ser una mala manipulación de Howard Carter al extraer el cadáver del sarcófago o una mala praxis de los embalsamadores cuando estaban dándole vendajes y estaban realizando los rituales funerarios habituales de los egipcios para qué Tutankamón fuese cómodo al otro mundo, algún embalsamador tuvo el pésimo gesto de dar un pequeño golpecito en él la base del cráneo del niño faraón y dejarle semejante mella, en fin que no parecía aquella fractura fruto de una contundente embestida, de un golpe certero de una maza, no, más bien parecía un daño contraído a posteriori, lo que sí les interesó.
Lo que sí les llamó la atención, fue una fractura una vieja herida concebida en la pierna, en el fémur de la pierna izquierda de Tutankamón, el escáner constató que aquella fractura se había curado mal, los egipcios como es obvio sacaron la historia de Tutankamón, en ella se veían los bajorrelieves creados en la época del faraón y se comprobó que el faraón utilizó bastones y asimismo se pudo certificar que el faraón cojeaba ostensiblemente en sus últimos días de vida.
¿Se hizo esa herida en una jornada de caza?, no lo sabemos pero lo cierto es que esa fractura existe está la pierna izquierda de Tutankamón y que según el escáner, según los especialistas esa fractura de fémur se cerró mal, seguramente estaba abierta y en aquel tiempo las infecciones eran norma común, por tanto estos investigadores el 5 enero 2005 ofrecieron una nueva hipótesis al mundo, Tutankamón el hijo del sol, había muerto víctima de la septicemia, es decir de una infección generalizada que se adueñó de su cuerpo acabando con la vida del joven faraón. Esta parece ahora la hipótesis más plausible a la que se aferran los investigadores, la que más sentido tiene, que se hiriese esa pierna, que quedase la herida abierta, sangrando y infectándose y al final dándole muerte de forma muy muy dolorosa.
Cada uno que se acoja a la hipótesis que más le guste, Egipto a fin de acabó está para darnos grandes sueños, para recuperar el pasado, para soñar con aquellas glorias pretéritas, muriera asesinado o muriera de una simple herida infectada, lo cierto es que Tutankamón, constituye uno de los iconos más atractivos del Antiguo Egipto, con él se acabó el sueño de una deidad única llamada Atón y gracias a Howard Carter, a pesar de su negligencia a la hora de entrar como elefante en cacharrería en aquella tumba inviolada la del valle de los Reyes, gracias como digo a este célebre arqueólogo aficionado, hoy sabemos mucho más y mejor sobre cómo eran, sobre cómo pensaban, sobre cómo soñaban los antiguos egipcios, Tutankamón es sin duda alguna epicentro del ministerio aún hoy en día.
Trascrito por: Corocotta07